Al fin logré motivar a mi novio a hacer deporte más allá de las pichangas semanales. Hablo de deporte de verdad, no sé si fue la presión del poco tiempo para casarnos o mis múltiples intentos y como dicen comúnmente, «si no puedes contra ellos úneteles». Desde ese momento mi casa se ha vuelto un templo de la vida sana, y ¡me encanta! , sobre todo porque ya no tengo que cocinar doble ninguna comida.

Lo mejor de todo es que como mi novio es extremo para todas sus cosas, ahora esta full metido en el tema healthy, hasta fue a la vega solo un sábado en la mañana, y ahora mi refrigerador es un huerto variado de diferentes tipos de verduras y frutas, todas elegidas por él!

Ahora al fin podemos organizar nuestros almuerzos semanales. Acá les contaré cómo lo estamos haciendo.

Primero compramos como 10 tupperware de tamaño de la palma de la mano y tenemos unos mas pequeños para postre.

Lo que hacemos es cocinar casi para una familia de 6 pero sólo somos 2 en la casa. Lo primero que hicimos fue dividir la comida en estos recipientes, para posteriormente refrigerarlos, este sistema es maravilloso porque «te cargas al chancho» sólo un ratito y no todos los días.

Esta semana el menú fue trucha de salmón al horno en una cama de cebolla con tomates cherry y puré de brócoli. Primero echas a cocer el brócoli y después lo pasas por la juguera, yo le añadí dos cucharadas de crema ( siiii no es sano lo sé) pero sólo para darle un gustito y un espesor diferente.

Inténtalo, con tu roomate, mamá, hermano, pololo, marido o con quien vivas que te apañe esta idea.