Hace ya 3 meses atrás viví el viaje más inolvidable y que sin duda marcará mi vida. Cuando comencé en el tema de vida saludable de la mano redescubrí el Yoga, al principio sólo era Yoga de gimnasio pero después necesite interiorizar más, primero Iyengar y luego Ashtanga, disciplina de la cual me enamoré.

Empecé mi practica en la escuela de Loreto Correa, no necesite mucho tiempo para saber que era a lo que me quería dedicar. Averigüé donde podría estudiar Yoga en Chile (Ashtanga particularmente) y no lograba dar con ni una escuela que me entregara lo que andaba buscando, fue ahí cuando tomé la decisión de ir a estudiar Yoga a la cuna del Yoga, India especificamente a Mysore de donde proviene el Ashtanga.

Luego de averiguar en muchas lugares y sus sus programas, di con una que me lleno completamente, tenía materias como meditación, dieta ayurvédica, anatomía, etc. Era muy completo.

Me caracterizo por ser muy enfocada en lo que hago así que me enfoque en mi viaje, junte todos mis días de vacaciones en mi trabajo y volé a India para certificarme como instructora en un YTTC. (Yoga teacher training course) que son cursos que se imparten en Asia en un tipo de programa mega intensivo y están avalados por la Yoga Alliance Usa o Yoga Alliance UK, el mio estaba acreditado por ambas.

Llegué un sábado y las clases comenzaban ese mismo lunes, mi jet lag aún hacia estragos en mi cuerpo y todavía no podía creer lo que estaba viviendo, estaba sola al otro lado del mundo, en otro mundo, un lugar que no se puede describir con palabras.

Estuve en clases por 4 semanas de lunes a sábado (sólo «libre» los domingos) había mucho que estudiar. La práctica comenzaba a las 5:30 am hasta 18:30 que terminábamos con meditación, teníamos 1.30 hrs de almuerzo, fue un mes intensivo en donde conocí un montón de gente linda de muchas partes del mundo, donde me probé a mi y desafíe mis miedos, una experiencia que si alguien esta pensando en vivirla, no lo dude y hágalo ya, yo lo recomiendo a ojos cerrados. Espero en mi corazón volver.