Empezar una dieta y cansarse al día siguiente es algo que a todas nos puede pasar.Esto puede pasar por varias razones, pero la principal es porque a tu cuerpo le falta un nutrientes que ninguno de los alimentos de tu dieta te aporta. Recuerda que una dieta saludable tiene que entregarte: energía, vitalidad y sobre todo satisfacción.

BAJAR DEMASIADO LAS CALORÍAS

Reducir excesivamente tus calorías diarias no es la mejor idea que puedas tener, sí es cierto que la reducción ayuda a perder peso, pero nunca tienes que ir al extremo, ya que esto podría provocar que no tengas energía ni siquiera para levantarte de tu cama, y obviamente no es la idea.

MÁS PROTEÍNAS!

El poco consumo de proteínas de origen animal y vegetal, puede generar en tu cuerpo esa molesta sensación de hambre que parece no saciarse con nada. La verdad es que las proteínas si pueden ayudarte en esta tarea, e incluso logran mantenerte sin hambre por más horas. Y lo que es más importante, te aportan con mucha energía.

BIENVENIDA LA GRASA, PERO SALUDABLE

No se asusten, no me refiero a un bistec al sartén con litros de aceite o a unas papas fritas. Hablo de nueces y frutos secos en general, que son de la familia de las grasas saludables y que son muy útiles para darte energía y así evitar el cansancio.

Cada vez que vayas a empezar un nuevo plan de alimentación nunca pienses en la dieta del repollo, de la luna ni ninguna de esas, porque además de tener un porcentaje de rebote altísimo, fomentan tu cansancio porque no aportan con todos los nutrientes que necesitas, impidiendo que puedas hacer tu vida normal y te canses demasiado, al contrario tienes que llenarte de energía para continuar por tu camino.